El arco para un instrumento de cuerda es como el volante y las ruedas para un coche. Sin ellos no hay dirección. Para un violín, una viola, un violonchelo / cello o un contrabajo, el arco es importantísimo, y por eso siempre recomiendo un buen arco de pernambuco hecho por un luthier.
Muchas veces me preguntan la diferencia entre un arco de madera de brasil y uno de pernambuco. Y la verdad es que cuesta mucho transmitir lo vital que es usar un buen arco de pernambuco en un violín acústico.
Hace poco vino a mi taller un chico preocupado por que su violín había empezado a sonar raro. Le costaba mucho sacar un sonido de calidad, e incluso notaba que su técnica había empeorado. Había pensado que eran las cuerdas, y las había cambiado, pero seguía igual. Me lo trajo con la idea de gastarse lo que hiciese falta para reparar su preciado violín. Al principio yo no sabía que decirle, no encontraba nada en el instrumento y al tocarlo yo con mi arco, no notaba nada raro. Y entonces el empezó a tocar… con su arco. El sonido era catastrófico, apenas era capaz de mantener el arco entre el puente y el diapasón, y ni hablar de “marteles” y otros golpes de arco. Al tomar el arco y examinarlo, encontré una fisura en la vara. pequeña, pero suficiente para alterar la sonoridad y entorpecer la técnica. Así de importante es un arco: si no es bueno y no está en condiciones, o la encerdadura está gastada y/o es mala, es como intentar pelar una manzana con un cuchillo mal afilado, y que se dobla al clavarlo: imposible.
Tradicionalmente se ha usado Pernambuco, que viene de Brasil. Solo se usa la sección interior del tronco, que tiene ese color anaranjado tan peculiar, y esas características únicas. Pero es muy caro, y cada día más, porque está en peligro de extinción y solo está disponible en cultivaderos de Pernambuco a precio astronómico. Pero la calidad se nota y mucho: peso ideal, muy resistente, y una trasmisión de la vibración del sonido fantástica.
Madera de Brasil. Como el Pernambuco es carísimo, se está utilizando esta madera como sustituto, ya que es más barato, pero es de peor calidad: nada resistente, muy ligero, y con unas cualidades de trasmisión del sonido pésimas.
Arcos de fibra: son bastante baratos y muy resistentes, pero no trasmiten la vibración sonora. Son ideales para instrumentos eléctricos, por lo duros que son a la par que ligeros, y porque en estos instrumentos no necesitas la vibración del sonido para emitirlo. Pésima combinación con un instrumento acústico.
Arcos de fábrica Vs arcos artesanales:
un arco de fábrica está hecho con fresadoras y maquinarias que reproducen una plantilla con fidelidad, y después es doblado hasta extremos, para lograr la curvatura del arco. No valoran las características de cada madera y no la provechan. A día de hoy solo los hacen con madera de Brasil pintada por que sino no sale rentable. En los arcos artesanales, aprovechamos la veta para dar curvatura al arco con el cepillo, y solo tenemos que “doblarlo” un poco, para que la curvatura sea más suave en toda la longitud. Intentamos aprovechar al máximo las cualidades de cada vara, y ocurre con frecuencia, que nos equivocamos, por lo que muchas veces ha hecho falta hacer 2 arcos para lograr 1 bueno.
Se puede hablar de las mil diferencias entre un tipo de arco y otro, pero la verdad es que hasta que no los pruebas, no te das cuenta de los más importante: un buen arco de buena madera te ayuda.
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